Bunker (Unbridled Command) fue un potrillo de la élite en la generación de Nuremberg, tanto como para haber sido su escolta en la Copa Criadores y luego en el Ricardo Ortiz de Zevallos (G1); sin embargo, una lesión en sus bajos lo sacó del camino en lo que fue el Derby de aquella temporada.

Obligado a un descanso, para sanar, al ‘gigantón’ le costó agarrar forma, varios placé hasta que la fortuna llegó, amparado en los 48 kilos con los que debió correr en el hándicap, en lote reducido, lo que le permitió – además – estar cerca desde el vamos y cuando parecía que Van Winkle lo comprometía, el castaño del Doble 7, se disparó para alcanzar su primera foto.

Desde luego, Bunker, el presentado por Juan Suárez Villarroel era el gran favorito en taquilla, empleándose en 2’08» y fracción para los dos kilómetros. Benigno Saico lo guió con acierto.

A su regreso para ingresar al herraje